Haro es una localidad a la que se llega sin esperar en
exceso. El vino parece hacer sombra a la ciudad a la que, la cercanía de la
Autovía, añade facilidad de acceso pero resta autenticidad. Tener grandes
expectativas es bueno, pero también puede ser malo. La misma realidad, mirada
desde dos perspectivas diferente, la del Rey o la de pobre, son totalmente
diferentes. Un festín para el vagabundo puede resultar un insulto en la mesa
del Marqués.
El ejemplo vale para ponernos en situación, pero no para
describir a Haro en forma alguna. Cuando se comenta a alguien qué se ha estado
en Haro no se genera el entusiasmo que ocurre al hablar de otras localidades, y
esto es poco justo.
Haro es una ciudad con mayúsculas, y desde el cerro donde se
sitúa su parte vieja vemos lo que fue y es una gran ciudad. Calles empedradas,
casonas blasonadas, Iglesias que sin resaltar en exceso arriman la mirada,
calles estrechas para disfrutar de tapas y vinos…. Las bodegas.
Una buena opción para visitar Haro es el Hotel Los Agustinos.
Se trata sin duda de un gran hotel en Haro. Ubicado en un antiguo convento, lo
que más destaca del hotel es su precioso Patio, otrora claustro, que nos invita
a la relajación durante la estancia. La calma se respira en cada rincón de este
hotel, en sus amplias y elegantes habitaciones, en sus sillones mirando al
cielo en el claustro.
El hotel acoge al restaurante Las duelas, que ofrece dos
versiones de gastronomía riojana; una más elaborada y otra con un estilo más de
bistro y menús más asequibles. Ambas son perfectas opciones para disfrutar de
la buena comida y los vinos de Haro. El hotel está a una distancia perfecta
para visitar las bodegas del Barrio de la Estación de Haro, repletas de
historia sobre el vino de la Rioja.
Además de las bodegas, cerca de Haro podremos disfrutar del
Ebro. A la salida de la localidad podemos tomar un camino que, por una vereda
al lado del rio, nos llevará hasta Briñas, último pueblo antes de entrar en
Álava, que nos recibe en Labastida.
Desde Haro podemos realizar excursiones a diferentes puntos de la Rioja.
La Autovía, que como comentábamos resta encanto al lugar, añade conveniencia:
perfecta comunicación con Logroño y con el Norte de España. Si al Norte se
contempla la Sierra de Cantabria, al Sur, camino de Santo Domingo de la
calzada, nos saluda la Sierra de la Demanda. Haro es un poco epicentro de la
Rioja.